INTERNACIONAL AP mar 30 oct 2012 17:40 La tregua propuesta en la
confrontación armada sería del
15 de diciembre al 15 de
enero, explicó en diálogo
telefónico Luis Sanabria,
presidente de la Red Nacional de Iniciativas por la Paz y
contra la Guerra (Redepaz). Foto/ Especial. COBERTURAS Diálogo
FARC-Gobierno PERSONAJE Juan Manuel Santos Bogotá, Colombia.- El
gobierno
del presidente Juan Manuel
Santos y las guerrillas de las
FARC deberían declarar una
tregua durante la Navidad y el
Año Nuevo como una forma de dar confianza a los venideros
diálogos de paz y en un gesto
de solidaridad con la
población, exhortaron el
martes voceros de una de las
mayores redes de activistas y de la civilidad del país. La tregua
propuesta en la
confrontación armada sería del
15 de diciembre al 15 de
enero, explicó en diálogo
telefónico Luis Sanabria,
presidente de la Red Nacional de Iniciativas por la Paz y
contra la Guerra (Redepaz),
surgida en noviembre de 1993
como un grupo de la sociedad
civil para promover la paz en el
país. "Esta es una propuesta que
Redepaz hace a la mesa de
negociación, a los actores
armados para que iniciados los
diálogos y en víspera de la
Navidad del 2012 y del año nuevo se pacte, o se avance
hacia una tregua o cese al
fuego, o de hostilidades en la
época de Navidad del 15 de
diciembre al 15 de enero de
2013, que permita en primer lugar que cesen los ataques,
los asesinatos, etcétera, la
confrontación armada y en
segundo lugar rodear de
confianza el proceso y que la
sociedad colombiana empiece haber beneficios a corto plazo"
de los diálogos entre ambas
partes, agregó Sanabria. Dijo que esperan una pronta
respuesta a su pedido
formulado en un comunicado
público divulgado la víspera
tanto al gobierno como a las
rebeldes Fuerzas Armadas revolucionarias de Colombia
(FARC). "Sería una tregua que en el
tiempo son 30 días, y que a su
vez lo que queremos es que
también los negociadores
expresen solidaridad y amor
por el pueblo colombiano en la medida en que una actividad
de este tipo reduce la muerte,
pero también permite que la
gente pueda ir a sus casas, a
sus campos, pueda trasladarse
por las carreteras sin temor hacer secuestrado, o a sufrir
alguna confrontación armada",
indicó. Pero el ministro de Defensa
Juan Carlos Pinzón pareció
nuevamente cerrar la puerta a
un alto en las acciones de los
militares al asegurar que "la
fuerza pública tiene el deber constitucional de perseguir a
todos los criminales". Sus
declaraciones a reporteros
fueron divulgadas por su
despacho en un correo
electrónico. "Desconozco su paradero",
respondió Pinzón consultado
sobre versiones de medios
locales de un supuesto viaje el
martes desde Colombia a Cuba
de la guerrillera holandesa y miembro de las FARC, Tanja
Nijmeijer, alias Alexandra, que
fue designada por la
insurgencia como parte de su
equipo colaborador en las
negociaciones. "Lo que he oído hace bastante
tiempo es que esa señora lleva
un año fuera del país", añadió.
No dijo dónde podía
encontrarse la insurgente o el
origen de esas versiones de que estaba fuera del país,
aunque ya en el pasado ha
indicado que algunos
testimonios de desmovilizados
de las FARC son fuente para sus
informaciones. Negociadores del gobierno y
de la insurgencia tienen
previsto reunirse en Cuba el 15
de noviembre para tratar el
primero de los cinco puntos
pactados en una agenda de diálogos destinada a poner fin
al conflicto armado interno
que ya dura casi 50 años. Las FARC, surgida en 1964 y
con unos 9,000 integrantes, ha
dicho que entre los primeros
temas que deberían discutir las
partes está un cese al fuego,
pero el presidente Santos ha descartado un alto a la acción
de la fuerza pública al asegurar
que un cese de hostilidades
debe ser fruto de un acuerdo
final de paz y ya como fin de la
confrontación. Como las partes no han
pactado un cese de
hostilidades tanto gobierno
como los rebeldes mantienen
sus acciones armadas y al
menos 15 militares y policías han muerto en distintas
acciones atribuidas a los
guerrilleros desde el pasado 18
de octubre, cuando los dos
lados se reunieron en un acto
formal de inicio de discusiones en la capital noruega de Oslo.
De esos 15 uniformados, seis
policías murieron la víspera
cuando fueron emboscados en
una vía del suroeste del país. El ministro de Defensa Pinzón
ha asegurado que desde que
se anunció el proceso de paz, a
inicios de septiembre, y hasta
esta semana unos 50 rebeldes
han sido abatidos por la fuerza pública.
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