Nueva esperanza de paz en
Colombia se negociará en Oslo
y La Habana Escrito por Agencias Sábado, 29 de Septiembre de
2012 10:29 Bogotá, Colombia.- Oslo y La
Habana testimoniarán un
nuevo intento de diálogo
entre el gobierno
colombiano y las FARC, que
busca concretar un sueño de paz que data de 1948,
cuando fue invocado por el
líder liberal Jorge Eliécer
Gaitán, dos meses antes de
su asesinato. Colombia
nació y
creció en
medio de
procesos
de violencia, por lo cual una
mirada retrospectiva se hace
necesaria si se pretende
comprender el conflicto
interno de este país andino, y
los diálogos de paz que arrancan el próximo 8 de
octubre en Oslo. Los actores del conflicto en
Colombia no surgen de la nada,
sino que, más bien, son parte
de un proceso de búsqueda de
identidad y construcción
nacional que se ha degradado y perdido en el mar de su
propia sangre. Quizá la guerra de Colombia,
que para muchos tiene que ver
con la guerrilla, los
paramilitares, el narcotráfico y
los organismos de seguridad,
oscurece un panorama más amplio, donde la pobreza, la
desigualdad y la injusticia son
marco obligado para su
comprensión. El siglo XX en Colombia nace
con La Guerra de los Mil Días
(1898 -1901), en la que los
jerarcas de los partidos Liberal
y Conservador llevaron a la
guerra a labriegos en un fratricida encuentro por el
poder de una nación aún no
formada como Estado. Esta guerra marcó el destino
de la nación colombiana
durante los 100 años que le
seguirían, pues los vanos
intentos de modernización
hechos por mandatarios como Alfonso López (1934-1938),
fueron absorbidos por la
lentitud de la evolución social
de Colombia. Para los historiadores, el
propio López terminó echando
para atrás sus reformas,
fundamentalmente la agraria,
durante su segundo mandato,
pues "el poder de las oligarquías locales sustentado
en el gran dominio
terrateniente frustró la era del
cambio". El problema de tierra es el más
agudo de esta nación andina:
la lucha entre minifundio y
latifundio es una constante
histórica que hace repetir a
cada gobierno la propuesta de una reforma agraria y por ello
el tema es el primero de la
agenda en Oslo y La Habana. Pero el capítulo más negro del
conflicto interno colombiano
se inició al terminar la década
de los años 40, cuando los
enfrentamientos entre
liberales y conservadores desembocaron en un
magnicidio que obstruyó toda
esperanza de pacificación en
este país. El 9 de abril de 1948 fue
asesinado a la salida de su
oficina el líder liberal Jorge
Eliécer Gaitán, quien se había
convertido en el más firme
aspirante a la Presidencia en las elecciones de 1950,
aparentemente por un solitario
pistolero llamado Juan Roa
Sierra. Ese 9 de abril se convirtió en el
día más trágico para los
colombianos, quienes
empezaron a vivir el espiral de
la violencia política que ha
dejado millares de muertos y millones de personas
desplazadas y despojadas de
sus tierras. Ese viernes Bogotá terminó
incendiada, Roa brutalmente
asesinado, y el país quedó
sumido en el caos de la
violencia bipartidista que
cobraría más de 300 mil vidas en la década siguiente. Y
paradójicamente había sido
Gaitán quien, dos meses antes
de su asesinato en el centro de
Bogotá, lanzaba, el 7 de
febrero de 1948, una plegaria
por la paz de Colombia, en medio de la confrontación
política entre Conservadores y
Liberales. "Queremos la defensa de la
vida humana, que es lo menos
que puede pedir un pueblo. En
vez de esta fuerza ciega
desatada, debemos aprovechar
la capacidad de trabajo del pueblo para beneficio del
progreso de Colombia", dijo
ante una multitud que lo
ovacionaba. "Bienaventurados los que
entienden que las palabras de
concordia y de paz no deben
servir para ocultar
sentimientos de rencor y
exterminio", una reflexión que cobra vigencia en medio de la
gran expectativa que ha
generado el nuevo intento de
paz en Colombia. (Yucatán Hoy)
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