5anta.Hermila El lunes, agosto 27, 2012 ¿Presidente electo? Por:
Sanjuana Martínez Después de que el Tribunal Electoral del Poder
Judicial de la Federación (TEPJF) desechara la invalidez de las
elecciones, México se prepara para recibir al "presidente electo".
Ante los reclamos ciudadanos de fraude, las autoridades electorales
han dejado claro que pese a cualquier violación o irregularidad
flagrante, lo que persiste fue directamente lo que dijo el consejero
presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), Leonardo Valdés
Zurita, aquella noche aciaga del 1 de
julio: "México ha tenido una jornada electoral ejemplar". Su
afirmación fue sostenida primero por los consejeros del IFE y ahora
por el TEPJF que decide anular sólo 524 casillas de las 143 mil 132
instaladas, de las cuales el Movimiento Progresista impugnó 82 mil
493. Lo cual significa que finalmente sólo un 0.36 por ciento de las
urnas instaladas fueron canceladas. A pesar de la danza de cifras,
declaraciones, posturas y simulaciones, el terreno sigue preparándose
por el establishment político mexicano para que llegue a sentarse a la
Silla del Águila el nuevo inquilino de Los Pinos, el supuesto
"presidente electo". El único problemita en este baile de cifras y
simulación democrática, es que deberíamos preguntarnos quien es el
verdadero "presidente electo" de México…. Todo parece indicar que los
señores que intentan dirigir el destino del país ya lo han decidido
por todos nosotros. Pero insisto: ¿Quién es el presidente electo de
México?… ¿Enrique Peña Nieto?… Lo dudo. En las pruebas del fraude que
las autoridades electorales han aceptado en parte, está también la
prueba de que estas elecciones no fueron una "jornada ejemplar" como
dijo el impresentable señor Valdés Zurita. En esas pruebas recabadas
por los ciudadanos se encuentra igualmente la prueba de que el llamado
"presidente electo" no es más que un impostor. Esas pruebas
demuestran que parte de los millones de votos que obtuvo de manera
irregular, los sumó mediante la compra, la extorsión y la utilización
de la pobreza de la gente, para conseguir más sufragios. A pesar de
toda la suciedad exhibida en torno a la "ejemplar jornada" electoral,
el señor Peña dice que ya se siente "presidente electo" por el "apoyo
mayoritario de la sociedad" y lo dice sonriendo y rodeándose de lo más
selecto del rebaño político: Jorge Emilio González, el llamado "niño
verde" que nuevamente tenemos la fortuna de verlo convertido en
flamante senador. Dice el señor Peña que su único objetivo es
"servirle a los mexicanos" y en el guiñol de la pseudodemocracia que
padecemos, el "niño verde" se atreve a llamarlo "Señor Presidente", al
igual que tantos otros miembros del rebaño, incluidos ilustres
periodistas que desde el 2 de julio se refieren a él, como el virtual
Presidente. Las negociaciones de todo tipo con el "presidente electo"
se llevan a cabo a gran velocidad: observamos tras bambalinas a
innumerables políticos de todos los partidos en el besamanos;
empresarios de infinidad de ramos de la actividad productiva también
se acercan para hacer lobby y lograr más privilegios. Y por supuesto,
asistimos con indiferencia a los arreglos que algunos medios de
comunicación ya sostienen con él "presidente electo", para obtener
mayores ganancias; incluso aquellos que se rasgan las vestiduras y se
dan baños de pureza haciendo público los certeros ataques del gobierno
que después sirven para seguir sumando beneficios y negociar… Todo se
está acomodando. En el ámbito de la paz que vive el México en guerra,
el territorio cubierto por los distintos cárteles de la droga también
se reacomoda con la próxima llegada del "presidente electo". La
repartición de las zonas, regiones, plazas, pueblos y ciudades, esta
provocando un incremento en el número de muertos, aunque ese tema a
casi nadie parece importarle. Total los muertos ya ni siquiera se
cuentan. Lo más llamativo en este teatro del absurdo es, el séquito de
lambiscones que siguen como ratones a los hombres de poder que
dirigirán con mano de hierro el futuro de este país. El señor Peña por
lo pronto, acude a actos por la puerta de atrás y no permite la
entrada a los periodistas, quienes tienen que cubrir a través de
pantallas y micrófonos, sus interesantes apariciones públicas.
Conserva el perfil bajo para luego hacer su gran aparición cuando se
abra el telón. Todo indica que el método elegido para entronizar al
señor Peña en el poder, será el mismo utilizado en la anterior jornada
"electoral ejemplar". La imposición del candidato del PRI quedará
nuevamente en los anales de la historia de la abyección democrática.
Antes de que conviertan Palacio Nacional en un fortín de guerra para
proteger al impostor, antes de que el señor Peña llegue por la puerta
de atrás para tomar posesión, antes de que le coloquen la banda
presidencial entre gritos, protestas y pancartas; antes de que su
hermosa familia ocupe la residencia de Los Pinos, sería bueno
recordarle lo siguiente: Usted, señor Peña, no es el "presidente
electo". No se engañe, ni deje que lo engañen. Tampoco será el
presidente de todos los mexicanos, mucho menos, el presidente a secas.
Usted, señor Peña, está a punto de ser ungido inquilino de Los Pinos
porque compró la voluntad electoral de los pobres y la de los
políticos más corruptos que han vivido gracias al saqueo de las
riquezas del país y pretenden seguir haciéndolo. No se equivoque señor
Peña. Eso no quiere decir ser "presidente electo". Como mucho, llegará
a ser el impostor, el simulador, el hombre elegido por los dueños de
México, no por la mayoría de los mexicanos.
lunes, 27 de agosto de 2012
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