Mundo La lucha mexicana
antidrogas incrementa la
violencia en Centroamérica:
ONU Jue, 27 de Sep de 2012 16:04 La ONU considera que
Honduras tiene algunas de las
zonas más violentas del
mundo por el número de
homicidios que se registran
(Getty Images/Archivo). (CNNMéxico) - La estrategia de México contra
el tráfico de
drogas han propiciado que, en
cinco años, el número de
homicidios relacionados con el
narcotráfico en Honduras
aumente hasta generar "algunas de las áreas más
violentas del mundo" en ese
país, de acuerdo con un
informe de la Organización de
las Naciones Unidas (ONU). El estudio Delincuencia
Organizada Transnacional en
Centroamérica y el Caribe: Una
Evaluación de las Amenazas
señala que "el éxito de un país
se convierte en el problema de los demás" cuando se trata el
tema del combate a las
organizaciones del
narcotráfico, como lo ha hecho
el gobierno mexicano en esta
administración que finaliza. Desde 2006, cuando inició con
la presidencia de Felipe
Calderón "la implementación
de la nueva estrategia de
seguridad", países
centroamericanos como Guatemala, El Salvador, y
especialmente Honduras —
conocido como el Triángulo
del Norte— han registrado un aumento constante de
homicidios. En Honduras, los crímenes
relacionados con el
narcotráfico han aumentado 8
puntos por año; de 43
asesinatos en 2006 hasta 92
en 2011, por cada 100,000 habitantes. Una de las tasas
más altas del mundo. "En respuesta al creciente
ambiente inhóspito en México,
los traficantes han trasladado
su enfoque hacia nuevas rutas
a lo largo de la frontera entre
Guatemala y Honduras, luchando por nuevas plazas a
lo largo de la región. El
desplazamiento hacia el Caribe
sigue siendo una amenaza",
concluye el informe. Las plazas son los territorios
por los que los grupos
delictivos trafican las drogas.
"Controlar la plaza significa
controlar los ingresos
asociados, así que las luchas por estos territorios han sido
feroces", según el informe
elaborado por la Oficina de las
Naciones Unidas contra la
Droga y el Delito (UNODC, por
sus siglas en inglés), que se basa en estadísticas oficiales
para elaborar el reporte de
homicidios. Para la UNODC, la violencia en
Centroamérica no se debe en
sí misma a la producción de
drogas, sino a la disputa de plazas o territorios por las cuales se
trasladan las drogas,
en especial la cocaína, "el
principal problema delictivo"
de la región, pues debe
buscarse la forma de llevarla a
Estados Unidos. "La implementación de la
estrategia de seguridad
mexicana aumentó la
importancia de los vínculos
centroamericanos que habían
comenzado muchos años antes. Las luchas entre los
grupos mexicanos se
convirtieron en luchas entre
sus aliados en los países más
al sur", según la ONUDC. Aunque Honduras es el país
con el incremento más
pronunciado en los últimos
cinco años, El Salvador registró
un alza como ningún otro país
de Centroamérica de 2008 a 2009, sin embargo no está
ligada al narcotráfico. En un
año pasó de 52 a 71
homicidios por cada 100,000
habitantes. Sin embargo, hubo una
reducción en las cifras de
homicidios, hasta 65 en 2010
y 69 en 2011, luego de
un acuerdo de no agresión entre las dos bandas delincuenciales con más
influencia en el país,
conocidos como maras —M-13
y M18—, los cuales no tienen
tanta participación en el
tráfico de drogas, según el informe. El pacto condujo a "una
drástica reducción de las tasas
de homicidios, sugiriendo que
las soluciones negociadas son
posibles", argumenta la
ONUDC para reforzar su conclusión de que es la
rivalidad entre organizaciones
del tráfico de drogas lo que ha
propiciado el clima de
violencia en Centroamérica y
la elevada tasa de homicidios. En el caso de México, la lucha
gubernamental contra el
narcotráfico provocó
"inestabilidad" entre las
organizaciones, provocando
que "muchos se fragmentaran" y se crearan
rivalidades entre los mismos. "Los grupos debilitados se
convirtieron en objetivos para
otros deseosos de adquirir
territorio de contrabando
primordial. Se rompió el
equilibrio de poder y el resultado fue el conflicto
violento", según el análisis. La ONU propone como
solución, y al mismo tiempo
requisito para reducir el
crimen, que debe fortalecerse
la aplicación de la ley para
evitar que esas plazas estén controladas por el crimen
organizado, y el poder de las
autoridades quede relegado. "Los gobiernos necesitan
construir sistemas de justicia
penal efectivos, humanos y
eficientes", considera la
ONUDC. Para evitar que los
problemas se muevan de lugar "estos esfuerzos nacionales
deben ser coordinados
internacionalmente" que
combata a los dos grupos en
que se divide el tráfico de
drogas: grupos territoriales y grupos traficantes.
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